que para el sediento es como agua viva,
que al triste libera de su enorme soledad,
y para el hambriento es como su comida.
Mujer, que vives en la pura Verdad,
que la compartes sin reservarte nada,
de ella nace tu fe, tu amor y tu bondad
y hace de ti una verdadera mujer cristiana.
Mujer toma en tus manos la gran Verdad,
y construye con ella un camino al cielo,
para que todo el que luche contra la adversidad,
encuentre en su ruta perfecta paz y consuelo.
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